viernes, 9 de enero de 2015

ESTRES PSICOSOCIAL (4)


ESTRÉS CRÓNICO
El estrés crónico se prolonga en el tiempo. Puede ser consecuencia de una serie de sucesos estresantes o puede vincularse con una sola situación que la persona no logra resolver. 
Surge cuando una persona nunca ve salida a una situación deprimente… Es el estrés de las demandas, las presiones y que está muy por encima de sus posibilidades durante largos períodos de tiempo… y sin esperanza… renuncia a buscar soluciones… Comienza a despreocuparse por su aspecto físico, aparece desalineado, descuidado… puede perder el apetito o comer en exceso. 
También puede tener trastornos de humor o experimentar una serie de trastornos físicos… Sexualmente el individuo experimenta falta de deseo, o a causa del estrés crónico puede experimentar diversas disfunciones sexuales… Psicológicamente se traduce en una forma de pensar negativa, pesimista acerca de sí mismos y de su entorno, algunas veces irracionales. Pudiendo verse afectada también la capacidad intelectual y creativa.
En algunos casos el estrés crónico proviene de experiencias infantiles traumáticas que se interiorizaron, que siempre están presentes y siempre son dolorosas. Algunas experiencias afectan profundamente la personalidad.
Un aspecto del estrés crónico es que las personas se acostumbran a él, se olvidan que está ahí. Las personas toman de forma inmediata conciencia del estrés agudo porque es algo nuevo; pero ignoran al estrés crónico porque es algo antiguo, familiar y a veces hasta casi resulta confortable.
El estrés crónico se mantiene durante largos períodos o cuando las demandas del entorno son contínuas. En estos casos pueden aparecer alteraciones importantes en diferentes niveles:
  • Trastornos fisiológicos: Insomnio, dolor de cabeza, enfermedad coronaria, asma bronquial, alergias, úlcera gástrica, trastornos inmunológicos, impotencia, eyaculación precoz, disfunciones sexuales, etc.
  • Trastornos psicológicos: Crisis de ansiedad, ansiedad, generalizada, alcoholismo, drogodependencia, depresión, ludopatía, etc.
  • Problemas sociofamiliares: Separación, divorcio, aislamiento social, problemas con los padres/hijos, etc.
  • Problemas laborales: Absentismo, bajas, incremento de los accidentes, disminución de la productividad, etc.
  • El estrés crónico puede llevar a la muerte, por medio del suicidio, la violencia, el infarto de miocardio, la apopeglía, el cáncer…
Debido a que los recursos físicos y mentales se ven consumidos por el desgaste a largo plazo, los síntomas de estrés crónico son difíciles de tratar y pueden requerir tratamiento médico, de conducta y manejo del estrés.
Tipos más comunes de estrés crónico:
  • Estrés laboral (sobrecarga en el trabajo…)
  • Dificultades familiares y conyugales.
  • Problemas financieros.
  • Enfermedades físicas, mentales.Estrés escolar, sobre todo si se combina con obligaciones familiares y laborales.
  • Trabajos con turnos rotativos.
  • Abuso de sustancias.
  • Soledad.
  • Atención de los mayores, a veces combinado con la crianza de los hijos.

ESTRÉS DIARIO
Está relacionado con causas individuales y/o familiares, como por ejemplo los problemas de pareja, entre hermanos, familiares, etc. 
Aunque los efectos sobre la salud de estos estresores diarios o contrariedades parecen claros por su cercanía en el tiempo y porque su significado es bastante puntual, cuando estas vivencias de estrés diario están asociadas a situaciones concretas, si el contexto es frecuentemente el mismo y la persona carece de capacidades de afrontamiento efectivas, el malestar que ocasiona el enfrentarse a estas situaciones a diario es grande, y la persona precisa de experiencias positivas compensatorias para reducir el estrés que le generan.
Si carece de ellas, la continuidad de estas situaciones cronifica la respuesta de estrés y los efectos sobre la salud y el bienestar se multiplican.
Hay investigaciones que relacionan peores niveles de salud con experiencias previas vividas como contrariedades. Este tipo de estrés está relacionado con:
  • La enfermedad de Crohn (proceso inflamatorio crónico, con dolor intestinal, diarrea, vómitos y nauseas, que condiciona en el individuo que lo sufre un estado de ánimo más negativo, que a su vez repercute en sus actitudes hacia sí mismo, hacia la enfermedad y hacia los demás, que acentúan la percepción de amenaza y estrés de manera estable).
  • El síndrome de intestino irritable.
  • La artritis reumatoide y las migrañas.
  • La enfermedad arterial coronaria y respuestas cardiovasculares acentuadas (directamente relacionadas con la respuesta de estrés).
  • Mayor riesgo de padecer enfermedades infecciosas.
Las contrariedades diarias pueden llegar a generar un estrés crónico si se repiten una y otra vez en el tiempo. Tanto los estresores diarios como los estresores crónicos, dependen en buena parte de la conceptualización que el individuo hace de la situación y de los recursos de afrontamiento que posee, que al mismo tiempo vienen marcados por las experiencias anteriores y las relaciones tempranas.
“…Tal vez el aspecto más importante del estrés diario es, la acumulación de experiencias negativas aparentemente de poca importancia; en el curso de un día una persona puede, por ejemplo, discutir con su pareja, llegar tarde a una cita importante, ser mal atendida en el supermercado, tener problemas para aparcar el coche, no encontrar un documento importante y quedarse temporalmente sin dinero suficiente para comprar algo.
…El aspecto central que diferencia el estrés crónico del estrés basado en sucesos estresantes (por ejemplo, sucesos vitales y contrariedades) es el fenómeno de la continuidad. Los estresores crónicos suelen poseer un curso continuo, resultando improbable que pueda conceptuarse en términos de suceso. Los estresores crónicos son, abiertos en el tiempo (no tienen un final claro). El comienzo de un estresor crónico es gradual, el curso es de larga duración y continuo (no se trata de una sucesión de eventos), y el final es problemático y frecuentemente impredecible (Sandín, 2002)”.