viernes, 9 de enero de 2015

ESTRES PSICOSOCIAL (3)


ESTRÉS AGUDO
El estrés psicosocial es un factor que predispone al desarrollo de diversas enfermedades en el ser humano cuyos efectos impactan sobre su calidad de vida y de salud.
Las situaciones sociales pueden provocar altos niveles de estrés que, a su vez, afectan a la salud, a la calidad de vida y la longevidad” (Cockerham, 2001).
Las influencias sociales incluyen variables como el sexo, la edad, nivel de ingresos, hábitos de vida (por ejemplo, fumar, tomar drogas, hacer poco ejercicio físico, seguir una dieta poco saludable, etc.) las cuales pueden estar afectadas por el estrés social. Las condiciones sociales (organización social, apoyo social, aspectos socioeconómicos, estatus marital, rol laboral, género, etc.) pueden estar implicadas tanto en el origen como en las consecuencias de las experiencias estresantes.
Tipos de estrés o manifestaciones del estrés, en cuanto a intensidad:
Sucesos Vitales
Sucesos vitales son los hechos o sucesos que son relevantes en la vida de las personas y que éstas reconocen como importantes para su cambio evolutivo. 
Son cambios agudos que requieren reajustes drásticos durante un corto período de tiempo; por ejemplo, estrés reciente). 
A lo largo de la vida atravesamos distintas épocas (niñez, adolescencia, etc.) en las que ocurren acontecimientos que recordamos como decisivos. Como la muerte de familiares, las buenas o malas experiencias académicas, los cambios de residencia, etc., son datos importantes para nosotros, y que pueden influir en nuestros comportamientos posteriores con otras personas o en la forma en que afrontamos determinadas situaciones.
La investigación basada en los sucesos vitales no se centra en un suceso concreto (por ejemplo, la pérdida de un hijo…), sino en la acumulación de varios sucesos ocurridos durante los últimos años (habitualmente durante los dos o tres últimos años), fenómeno que se conoce habitualmente como estrésreciente. (Sandín, 2002).
El estrés Agudo se diferencia del estrés cotidiano o estrés diario en que posee una intensidad superior al estrés que se vive día a día. A su vez el estrés agudo se diferencia del estrés crónico en que tiene una duración limitada en el tiempo, mientras que el crónico se prolonga en el tiempo.
Estrés agudo
El estrés agudo es la forma de estrés más común. Como ya hemos comentado surge de las demandas y presiones del pasado reciente y se anticipa a las demandas y presiones del futuro cercano. El estrés agudo es estimulante y excitante en pequeñas dosis, pero demasiado resulta agotador.
Un elevado nivel de estrés agudo puede producir molestias psicológicas, dolores de cabeza tensionales, dolor de estómago y otros síntomas.
Los síntomas del estrés agudo son fácilmente reconocibles por la mayoría de las personas y sus causas son las que suceden en la vida de cada uno: un accidente de automóvil, leve pero con un considerable trastorno económico; la pérdida de un importante contrato; problemas ocasionales de los hijos en el colegio, etc.
El estrés agudo al ser a corto plazo no tiene tiempo suficiente para causar los daños importantes asociados con el estrés a largo plazo. 
Los síntomas más comunes son:
Desequilibrio emocional: una combinación de ira o irritabilidad, ansiedad y depresión, las tres emociones del estrés.
Problemas musculares: como dolor de cabeza tensional, dolor de espalda, dolor en la mandíbula y las tensiones musculares que producen contracturas y lesiones en tendones y ligamentos.
Problemas digestivos con molestias en el estómago o el intestino, como acidez, flatulencia, diarrea, estreñimiento y síndrome del intestino irritable.
Manifestaciones generales transitorias como elevación de la presión arterial, taquicardia, sudoración en las palmas de las manos, palpitaciones cardíacas, mareos, migrañas, manos o pies fríos, dificultad respiratoria y dolor torácico.
El estrés agudo puede aparecer en cualquier momento de la vida de todo el mundo, es fácilmente tratable y tiene una buena respuesta al tratamiento.
Estrés agudo episódico
Ocurre en individuos que padecen de estrés agudo con frecuencia, cuyas vidas están tan desordenadas que siempre parecen estar inmersas en la crisis y en el caos. Van siempre corriendo, pero siempre llegan tarde. Si algo puede ir mal, va mal. Asumen muchas responsabilidades, tienen demasiadas cosas entre manos, y no pueden organizar la cantidad de exigencias que se autoimponen ni las presiones que reclaman su atención.
Las reacciones más comunes de estas personas que padecen estrés agudo son: irritabilidad, mal carácter, ansiedad, tensión… A menudo suelen describirse como personas con “mucha energía nerviosa”. Siempre tienen prisa, tienden a ser bruscos y a veces su irritabilidad se convierte en hostilidad.
Los síntomas del estrés agudo episódico son similares pero más amplios y variados: dolor de cabeza tensional persistente, migrañas, hipertensión, dolor torácico y cardiopatía.
El tratamiento del estrés agudo episódico requiere la intervención a diferentes niveles, generalmente requiere la ayuda profesional y puede durar varios meses.